martes, 21 de diciembre de 2010

Crónica de una Cirugía

La Gabriela y yo destapamos el maratón Guadalupe – Reyes un martes, antes de que ni siquiera fuera 01 de diciembre. Un buen par de botellas de vino y una plática hasta la madrugada, despertó la polilla que ya acarreábamos por haber dejado nuestra terapia de baile a causa de las obligaciones laborales y el peso del paso de los años. El retome de nuestro famoso juebebes se vio truncado por la carga de trabajo del cierre del mes testarudamente tratamos de recorrerlo al viernes, pero también se vio mermado por jugar dominó con un par de borrachos que nos ganaron…

El sábado en la mañana no pasaban de las 8:30 cuando esta damisela, ya iba en camino a Celaya para el babyshower de una amiga y en el camino se presentó el dolor de mi hernia (¡hola!, mucho gusto, soy tu hernia). Sin embargo, aguantarme valió la pena porque nada más terminar el deliciosísimo desayuno que nos ofreció mi madrina, mi padrino retomó la actitud con una copa de vino y pues,… como que se me olvidó T O D O.
De regreso, con el regalo del atardecer a mi derecha, chatié a Gaby el sentimiento de mis piernas, - el dolor se está mezclando con mis ganitas de ir a bailar- le dije. A lo que no tardó en responder que a ella también se le presentaba un cuadro del mismo síntoma; y tuve que pedir, cual si fuera pesero, que me botarán en la Av. Lomas Verdes para que nos fuéramos a bailar.

Las noches que comenzamos con tan digna actitud, suelen terminar con: una botella de champange, mi apetito demandando una buena costra y nuestra evasión del alcoholímetro… bailamos con los famosos regetoneros de la mesa de a lado, bailamos con las miradas enfiladas de 7 mesas que no nos despegaban la mirada y bailamos con Chucho que tuvo a bien llegar e intentar ordenar toda la cava del lugar para al finalmente terminar pagándola toda él….
Ese noche se me olvidó por completo mi dolor; entre la hora y media que Gaby hizo de camino a mi casa (cuando normalmente hace 10 min.), las varias veces que le pregunté si quería que mejor yo manejara y la interminable discusión que tuvimos de por qué los retornos deberían estar hechos como glorietas sólo para que la Gabriela los entendiera mejor.

Todavía en el recuento de los daños de la mañana siguiente me sentía bastante entera… pero después de la limpieza anual de mi cuarto, programada para ese domingo, y de levantar el colchón de la cama para limpiar, me hernié…. Literal: me hernié. (¡hola!, soy tu hernia ¿te olvidabas de mí?; pues déjame te recuerdo de mi existencia)

…….

Entre por una hernia inguinal que tenía como consecuencia una “testiculitis” aguda, o al menos eso decía el informe que los residentes tuvieron a bien llenar bajo lo que imagino sería el efecto del alcohol y la hueva de no re-leer lo que habían impreso. Pero gracias al amable Doctor Jorge, nos percatamos de dicho error en el formulario y éste reprochó semejante error volteándome a verme a mí y comparándolo como si a él le hubiesen ingresado al hospital por un quiste en los ovarios…. Por lo que pensé para mis adentros: - ¡ay, pues yo que sé Doctor, igual y sí… nada me consta! - Jajajajajajaja, no se crea Doctor ¡!

A continuación, un tercer residente en cuestión, a quién le tocó la cajetiza del Doctor porque era él que estaba allí, INTENTANDO hacerme un electrocardiograma, y digo intentando, porque se había puesto tan nervioso con el hecho de que el electrodo que me había pegado en el busto, estaba continuamente cayéndose; finalmente se justificó:

-es que no entiendo el error, YOOO, por ejemplo, no utilizo el programa del hospital, ya que después de pasar tantas horas aquí he aprendido cuáles son las implicaciones de cada padecimiento-

¡Ay por favor!, no seas ñoño, y peor aún, no andes de amarra-navajas y ¡sé un buen jugador!; se nota que eres el Nerd de la clase; … un par de boobs (que ni siquiera son como las de Niurka) ¡y ya te me pones nervioso!; … Y ni si quiera voy a entrar en los detalles de psicoanalizar eso porque NO termino… pero si me permiten, quedan un par de cosas en evidencia… jajajajaja.
Con los pre-operatorios se confirmó que tengo un corazonzote, por lo que finalmente tengo prueba física de que Dios me curó el corazón que me habían roto.

La pre-sala, misma que tiene el objetivo de dormirte un poco primero, o al menos eso explicó Gonzalo, fue el lugar dónde más despierta me he sentido en mi vida…. mientras que la anestesióloga, Gaby (sólo porque se llama como mi mejor amiga, se lleva el Vo.Bo.) no dejó de joderme con mi afición a la nicotina sin que ni siquiera estuviera al caso el tema…. Ejemplo:

Chica de Humo: - Oye, eso que me pusiste no me dolió nada, ¡que buena eres! –
Anestesióloga: - ¡pues sí, como Tú te fumas tus cigarros del día! –

¡¿Eh?! … ¿y eso qué?... jajajajaja

Ya sobre la “mesa de cirugía”, (si no es que mejor me debería referir a ella cómo: ese pedazo de tabla de forma amorfa, hecha por “artesanos” chinos) se necesitó de morfina y suero en cantidades equivalentes a las que vienen en una botella de tequila de litro y medio que venden en el Costco para doblegar mi aguante de caballo, porque yo seguía echando la wuawuara sobre la próxima boda de Mercedes y Osvaldo. Con lo último de mis fuerzas y coherencia, alcancé a decirle a todos en la sala: - Éxito muchachos...- jajajajaja… No cabe duda: El que nace corporativo, se queda corporativo hasta el final… jajajaja

Cuando recobré parte de mi conciencia, alcancé a escuchar cómo decía la anestesióloga: - pídele que se mueva ella a la cama, al cabo que ni se va a acordar – a lo que yo respondí con un ofendido: - ¡¡te estoy oyendo!! ¿cómo que de qué no me voy a acordar?; después de eso no volví a verle y en la sala de recuperación, después de quitarme lo que parecía esperma de ballena de mis ojos, me entraron unas ganas tremendas de ver a mi mamá y de ir al baño (no se fijen en la combinación), teniendo que conformarme con el famoso “incómodo” que cada vez que me lo ponían se me apenaba la chis y terminaba haciendo… ¡N A D A!

Pasé la noche viendo como mi mamá, quien se supone estaba allí para “cuidarme”, dormía plácidamente mientras que yo picaba incesantemente el botón para llamar a las enfermeras. Lupita, la enfermera del turno nocturno, al ver que daban las 6 de la mañana y yo no había dormido nada, me propuso que mejor intercambiáramos los papeles:

- si vas a estar despierta, ¿por qué no te levantas de la cama para hacer mis rondas, mientras que yo me duermo?... ¡¡que confianzas!! ¿De paso no quiere que cobre su cheque también?,… digo para pagar la cantidad de exorbitantes salarios en los que me salió el chistecito este…

Al amanecer, como primera visita de la mañana vino un niño, que se sentía doctor y cuando bromeé que ya estaba lista para irme a mi casa, me respondió sarcásticamente: - pues párate a caminar para que ya te puedas ir- …. -JA JA JA JÁ … no me retes mocoso, … no sabes con quien estas jugando-; remató con que me tenía que bañar,… ¡pero si yo me baño un día si y dos no! ¿qué necesidad? #hoyNOtoca… ¡si yo solo quiero dormir! …

Cuando por la tarde llegó La Gabriela decidí que era momento de la siguiente ronda de carreras contra el equipo Ancianos Hospitalizados S.A .de C.V. en el pasillo y le pedí que me acompañara. Ya estando de pie en la línea de salida volteé con Gaby y le dije:
-En sus marcas, listos, ¡arrrrrrrrrrancan!- y deslicé, porque no puedo decir que levanté, el pie derecho 1 nanomilímetro al frente…

… jajajajajajajaja ¡me sentí tan inútil!… ¡los viejitos nos rebasaban por la derecha vestidos con sus mejores galas!.

Después de semejante fracaso competitivo, en la tranquilidad y semi-obscuridad del cuarto llegó la segunda visita del cuasi-doctor, que bajo la luz favorecedora de la tarde y ya más despierta, me pareció guapo, pero se le quitó el encanto cuando con la delicadeza de las patas de un elefante me “revisó” las heridas y más bien casi que me dejó como para cirugía de nuevo… no pude más que acusarlo con Jorge… jaajajajaja, ¡¿no qué muy mamuca chamaco?! …¡JÁ!

Rematé el día en una agradable plática con Jorge y Gonzalo. Este último amablemente me recetó un medicamento hermano del tafil y primo del Lexotan para asegurar el descanso de mis párpados y velar por mis sueños de ser la próxima James Joyce y futura esposa de Ricardo Arjona, jijijiji.
Salí el sábado y calculo no volver entrar al hospital hasta que tenga que dar a luz a uno de los 2 hijos que predijo la Sra. de las cartas que voy a tener,… y NI eso, porque no estoy segura de que exista anillo de compromiso o diamante alguno que me convenza de tener que pasar una sandía por el diámetro de un limón… no es lo mío… bueno, un BVLGARI tal vez…jajajaja

Sigo sufriendo la dolora recuperación, pero no se preocupen mucho por mí; porque el sábado empecé la fiesta a las 9 de la mañana tomando tequilas en el estudio de mi maquillista y la acabé el domingo a las 9 de la noche bailando con el padrino de los 15 años de una bella y desconocida acapulqueña, jajajajaja

… todo indica que ahora que me arreglaron, conservé mi piercing y ¡me dejaron mejor que antes! o como diría Cantinflas: no andaba enferma, andaba de parranda… ¿o fue Elvis?

Reportando después de haber visto la luz blanca (del quirófano) y desde la recuperación, para la comunidad breakeriana…: ¡México siempre fiel! jajaja… Digo: ¡La Chica de Humo no ha muerto!

XOXOX

BICDH
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