martes, 9 de octubre de 2012

Roma

Construida sobre la faz,
a cebra amarilla y blanca,
pinta el portal del hogar,
la casa de planta baja.
 
Engalanada su malla,
cuelga el mecate campanas,
es la casa de los niños,
acompañada y varada.
 
Un sólo estrecho de paso,
la barda enfila de faja,
incita al frente, te grita,
nervios de la dama amada.

Bades

Barcos buenos dirección diurna al faro, giran para no divagar. Divierten a bárbaros y flacos, con la ingesta de bebida en la mar. Las flores bellas a distancia fuerte gritan en busca de la felicidad. Los dioses no tienen benevolencia, faltos de brillo, desean a las flores fallar. Gustosas las flores no fallarán; las flores con dirección al borde de la ciudad, con las babuchas bien fajadas, de los dioses de burlarán, porque los bienhechores burros de guía les servirán. Bien búrlense burdos dioses, porque las fuertes flores no fallarán.

Lucero al Amanecer

Tierna edad, cuentas
una a una las hilas
esperas que alguien te recomiende
una, aunque sea una salida.
 
La flor del cielo que hiela
de la luz retrocedió,
despide su juventud en manos
del ogro que se la quitó
 
Real pequeña enamorada,
de la vida ilusionada,
te han robado la hermosura
árabe luz nocturna.
 
No queda más que a los dioses pedir
la flor que se cobraron
un lejano día de mayo
deja tu ruego ir.