lunes, 6 de mayo de 2013

Tábanos



Zumban y vuelan como las moscas pero no lo son. Entonces, los tábanos machos con ser vistos como mujeres cuando son hombres, ya nacen molestos; y los tábanos hembras se indignan porque no son tan feas como las moscas como para ser comparadas con ellas. Si a esto le agregamos que tienen que vivir en lugares muy calurosos, su enojo es comprensible, por lo que acercarte a dónde vuelan con enfado es justo lo que se necesita para que te ataquen sin piedad, hasta hartarse y encontrar en la fresca dermis del humano un descanso.

A dos rayas negras y una amarilla, odian que se les confunda con las abejas, porque, en realidad, los tábanos en general, son menos mamones que las productoras de miel, pero su similitud hace que reciban el mismo trato de temor, odio y aversión que algunos humanos citadinos suelen tenerles a estos insectos porque espetan que duele horrores cuando te pican.

En invierno, se pegan unas vacaciones a las orillas de los cenotes mayas, su principal afición es el juego de pelota, dónde su ayuda es requerida durante la ceremonia final, ya que cuando el ganador del partido está a punto de ser sacrificado, el tábano se encarga de zumbar alrededor de él para acompañarlo en el viaje al siguiente mundo que está por comenzar.

Trágico es lo alto de la tasa de mortalidad del tábano debido a que los machos mueren casi inmediatamente después de la intensa cópula, por mal alimentarse sólo de polen y néctar de las flores; mientras que las hembras, cuyo aparato bucal es lo suficientemente fuerte y largo como para atravesar la piel de chivos, burros o caballos, pican con su boca en forma de avispón, alimentándose de la sangre de animales de piel obscura por lo que se engolosinan y la panza les cuelga tanto que se aletargan dando tiempo a que se les descubra y aplaste.

Las Dánaes comparan a los egipcios en brama con los tábanos del río Nilo cuando piden salvo asilo. Pero más interesante es la leyenda de que fue un tábano hembra quién viéndose en apuro una vez alimentada del caballo tordillo de raza árabe de napoleón, Marengo, y a punto de sufrir su muerte bajo la herradura de semejante celebridad, prometió servir de espía para Marengo en el campo de batalla si éste le perdonase la vida.
Marengo así lo hizo, y desde entonces el tábano le dejaba saber con anterioridad los peligros del camino de ofensiva, por lo que Marengo sufrió múltiples heridas de guerra, sin morir de ellas, convirtiéndose así en el caballo más importante del general de entre los 130 que tenía.

Marengo vivió treinta y ocho años de caballo, que equivalen a unos ¡100 de humano! Murió en Inglaterra y fue sepultado en el National Army Museum of Sandhurt dónde curiosamente, como la leyenda, todos los días hay un tábano volando por encima de la tumba… tal vez acompañándole en sus aventuras del más allá.

jueves, 21 de marzo de 2013

Caperucita roja y el lobo con celulares


Estando ambas en la misma casa, la mamá de caperucita le mandó un mensaje de texto al celular para decirle que le llevara a su abuela un pan y un vino que puso juntos en una canasta que había dejado en la mesa de la cocina.

Cuando se es el hilo de cobre por donde se transfieren los datos y la información que intercambian los diferentes celulares de la red se ve y se sabe todo lo que escribe la gente. Entonces envié las destellantes letras negras al display del Smartphone de caperucita roja para que ella las pudiera leer y así me seguí enviando cosas y enterándome de la historia.

                Me di cuenta, que ésta vez su mamá falló en advertirle que no hablara con extraños, pero total, da igual, porque los jóvenes, como caperucita, ya casi no hablan con nadie que no sea su moderno teléfono o si para esas vamos, ya casi no hablan en general.

Caperucita leyó el mensaje y mientras tomaba la canasta le mandó una carita feliz a su mamá en respuesta al mensaje de texto original. Salió de su casa con canasta y celular en mano al mismo tiempo que mala vareaba para pinchar las pequeñas letritas en el teclado de su pantalla deletreando la dirección de casa de su abuela en google maps, al que yo tuve que preguntarle cómo llegar.

El lobo, que estaba en el campo revisando myways y jugando con la adaptación, que a través de mí, se había comprado para que le señalara dónde estaba la presa más cercana, divisó la aparición de la caperuza roja entre los íconos de la aplicación y viendo que caminaba directo hacia él se puso manos a la obra y le buscó la mirada. Pero, caperucita no le hizo caso porque venía posteando en Facebook que iba rumbo a casa de la abuelita y su ubicación.

Así que el lobo, muy listo como siempre, revisó todas sus redes sociales, vio que iba a casa de la abuelita y redactó un mensaje por myline para caperucita, que le hice llegar muy rápido porque estaba poco saturada la red, que prometía un juego de premio para su celular en la compra de un saldo mayor a diez pesos en la tienda de la esquina más cercana. Y como era de esperarse caperucita cayó en la trampa y se desvío de su camino.

El detour de caperucita, hizo que el lobo llegará antes a casa de la abuela y cuando estuvo en la puerta, en lugar de hacer sonar el timbre (que sería lo normal para avisar a alguien que has llegado a su casa) le mandó un mensaje por wassup a la abuelita para avisarle que había llegado a visitarla, firma: caperucita.

La abuela tomó el interfono de su casa y dijo: -levanta la aldaba, cuando escuches el buz, abre la puerta y entra-. El lobo entró directo al cuarto de la abuela, teléfono en mano googleó una receta de cocina y se la comió.

Caperucita llegó a casa de abuela y le mandó un BB messenger para avisarle que ya había llegado (no sabía que su abuela ya había aprendido a usar el wassup). El lobo con el celular de la abuela en mano respondió: -levanta la aldaba cuando escuches el buz, abre la puerta y entra-.

Caperucita se encontró con su abuela en cama, sólo que como estaba chateando con su amiga lo enojada que estaba porque le tomaron el pelo  con la “oferta del premio” poco se percató de que su abuela tenía los ojos más grandes, las orejas más grandes y la nariz más grande que antes; mientras que el lobo le insistía que soltara el celular de una vez por todas y se acercara a ella para poder verla mejor.

Cuando caperucita se acercó a lo que creía era su abuela y por fin prestó “algo” de atención, cayó en cuenta de que se veía muy desmejorada, y de hecho muy parecida a un lobo, así que le tomó una foto con el instagram, yo la subí a la red, y ella la publicó con la leyenda: “¿les parece qué esto sea un lobo vestido de mi abuela?”

Y caperucita comenzó a cuestionarle ¿por qué tenía los ojos tan grandes?, y el lobo a responder  -para verte mejor-, cuando las alertas de su teléfono comenzaron a sonar una tras otra caperucita alcanzó a leer en su celular que la comunidad virtual le advertía que era un lobo, en ese momento el lobo abrió las fauces grandes y se la comió con todo y celular en mano.

Dentro de la barriga del muy satisfecho lobo, caperucita no dudó ni un momento y rápido comenzó a twittear que un lobo se la había tragado y que estaba en la obscuridad de su panza. ¡Auxilio!, escribía con hashtag (#) para que se hiciera trend topic y más rápido la vinieran a salvar; ya  hasta después de twittear se percató de que su abuela estaba ahí también.

Entre tanta información que intentaba yo mandar por la saturada red de telefonía (así pasa alrededor de las cinco de la tarde) y a kilo bytes por segundo, un leñador que por ociosidad leía su timeline, vio el mensaje y salió corrió hacia la casa de la abuela para salvarlas.

                Orgulloso de su hazaña, el lobo iba ya de salida, cuando el leñador con “algo”, que seguramente no era tecnología de última punta, porque yo no supe que fue, le abrió la panza al lobo mientras caperucita filmaba el rescate con la cámara de su celular y lo colgaba en youtube para que se supiera en todo el mundo lo valiente que habían sido ella y su abuela en sobrevivir al ataque animal y lo heroico que fue el leñador durante los hechos en tiempo real.

Al final envié links con las direcciones que contenían las entrevistas que le hicieron a caperucita, a su mamá, a la abuela y al leñador en la web. Ahora caperucita es la estrella principal del acto de magia del ilusionista de la comarca y la marca del celular de caperucita ha aumentado sus ganancias porque aprovechó para hacer publicidad de que el equipo es resistente y funciona incluso si lo mojas con la bilis de un lobo.

Por una vida sin celulares...
BICDH
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