lunes, 29 de noviembre de 2010

Mi personaje favorito del Bicentenario: Doña Chabelita.

Para estar a la par del avance actual y la moda revolucionaria que el Presidente Calderón tiene a bien enchufarnos hasta en la sopa, con la mera intención de distraernos y según, darnos atole con el dedo para que no nos demos cuenta de que el país se rige solamente de 8 a 2 porque pasadas las 3 de la tarde borracho como una cuba deja el timón de nuestra República a la deriva hasta la mañana siguiente, les contaré la historia de una verdadera revolucionaria.

Corría el año de 1920 en una tierra muy lejana, apartada de las garras del gobierno mexicano, a raya con la frontera norte; la luz de San Buena Aventura, Coahuila vio nacer en la familia farías a una bebé y en una diligencia como las del viejo oeste a las faldas de la chimenea de la Nueva Rosita, ella y sus hermanos fueron a crecer. Luchona desde crecida y trabajadora incansable, de amor vive y la banqueta de su casa siempre estaba limpia.

La Roma entera ante ella saludaba y se postraba; el PRI a veces la sonsacaba; Lucelba con sólo cruzar una amarilla casa por la puerta trasera entraba, a la cocina de Doña Chabelita donde siempre estaba. Con un café y un cigarro a las 5 de la mañana se levantaba, de vez en cuando un pan con mermelada se preparaba.

Un frasco con galletas de limón sobre la mesa siempre estaba, no fuera que llegaran sus nietos y con el higüero acabaran. 4 altísimos hijos tuvo Doña Chabelita, uno más flaco que el otro, como “calaquitas”; por lo que si de personajes de la revolución se trata, créanme, honor a quien honor merece porque esta Adelita era General de las fuerzas mexicanas.

Seguro que dirigir a semejante regimiento tiene que haber sido más que un reto, encaminar a tanto huerco por el camino correcto era su destino, pues no nada más regañaba a sus hijos, ¡arremetía hasta con los vecinos!... hoy la visitan los nietos de los nietos, porque Doña Chabela de 90 sigue sin estarse quieta.

Estoy segura que es vidente, una:
por el tamaño de sus lentes ...

y dos:
porque podían ser las 4, ó las 6 de la madrugada… ó las 4 ó las 6 de la tarde…. Podías no haberle dicho nada, ni si quiera mencionar que ibas a pasar por su casa a visitarla y desconozco como le hacía para estar allí paradita en la entrada a la hora que tú llegabas.

Con una vida entera a cuestas, en la memoria tiene los recuerdos viejos mucho más frescos y del presente no le cae ni un veinte, jajajaja. Pero le da igual porque al vernos a todos en el ya famoso portal, a todos nos reconoció y a bailar se levantó.

6 nietos, 4 bisnietos, 4 políticos y los que nos traiga el porvenir. Dar al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios y Chabela las mañanitas porque un 04 de noviembre nació.
De pie en la barda blanca y con bata, podrías haber llegado a Saltillo y ella sería una santa de tanto que al despedirte te persignaba. Pocas personas con tanta paciencia y con el pinche genio bien puesto en la cabeza. Nos enseño que las mujeres la comida le sirven a los hombres, en eso ya se me quedo medio anticuada, pero un poco por costumbre familiar lo seguimos haciendo cuando se nos da la gana, jajaja….

Creo que hay una foto a la entrada en la que esta de Adelita, ¿o será mi tía? La más Blanca de las Rosas que aún cuida a toda la familia. Solo revolucionarias en esa casa, mujeres de calibre y pura raza; modelos como ellas pocas se encuentran.

Así que señores y señoras: si tienen el placer de haber conocido a Doña Chabelita o el gusto de estar casada con alguna de sus hijas, o ser esposo de una de sus nietas; por la vida han sido bendecidos… solo un favor les pido: ¡mándenmelas a Nueva Rosita porque hay que mantener viva a la abuela, por lo menos ¡¡ hasta que suelte la receta de las galletas !! jajajajajaja

Salud y muchos años más abuela. Brindo por los recuerdos de las piñatas colgadas del foco y porque soy la más bella de tus nietas ¡! Jajajajajajajaja (que quede claro que me parezco a ella).

Has cambiado la vida de tanta gente con tu caridad, guiado tantas almas por el bien, cuidado a tantos niños, enseñado a tantas mujeres y compartido con tanta familia y conocidos, que no podía más que escribir una embarrada de la magia con la que tocas nuestros corazones con tus quejidos.

Por los años que nos quedan, para que en los veranos neo-rositenses podamos ver la vida y sus encantos mientras oímos las chicharras.

Te amo abuela.

263106
BICDH

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