Terror de Risa y Risa de Terror

La diferencia entre morirte de risa y reírte hasta morir es… mmm…. Nula. La cosa es que tener terror que da risa y risa del terror eso sí que es diferente.

El sábado pasado llevados por el espíritu de la cultura y el arte decidimos ir al teatro. La obra empezaba a las 11 de la noche; cuando le dije a mi mamá, me preguntó: -¿a esas horas? ¿Qué vas a ir a ver? ¿Pornografía?- Jajajaja … -¡No mamá!, es una obra de Teeeerrooooor-… (según esto)
Allí estaban La Gabriela, la Chivis, el Rodrigo y el Fabián en el lugar acordado, a la hora acordada, mientras que yo intentaba romper con la impuntualidad que me caracteriza para los temas que no son de índole laboral.

Cuando por fin llegué a la entrada del teatro, me dijo el taquillero: - ya entraron sus amigos. ¿Le pido si me sube su boleto por favor?- -¡seguro!- , respondí; sin antes haber visto las interminables escaleras eléctricas que me esperaban al frente. Así que ni modo, apechugar se ha dicho y con uno de los pares de tacones más altos que tengo me quede allí dejando que la tecnología de engranes hiciera lo suyo para no rodar cual palito de pan por la pendiente de 90° y romperme la espina dorsal.

Me dieron mi boleto y de retache. Y de nuevo echando la flojera en las escaleras cuando llegué a la cima del monte Everest; (¡neto! ¿era necesario hacer un teatro en las profundidades del basurero de santa fe?) me acerqué con el taquillero y me contó que tal vez tardaría en comenzar la obra porque una de las actrices se había sentido mal.

Estábamos echando el chal y conspirando la teoría que revolucionaría el mundo de las percepciones (no confiar en la gente chaparra); cuando media hora después salió la gente de la obra pasada y a los 10 minutos nos dejaron entrar a nosotros. El teatro era enorme y el público pequeño; bueno, con decirles que hasta a los asientos VIP nos cambiaron para hacer montón y nos repartieron un folleto.

23:50

Cuando por fin se apagaron las luces se hizo la penumbra y aunque sí me dio miedo, fue sólo poco, porque en esta insegura ciudad eso de tener al público con las luces apagadas y sonidos que imitan rayos y truenos pues me sonaba más a estafa que a otra cosa, por lo que le dije a Gaby:

-tengo pánico…. ¡Pero de que nos roben la bolsa!, agárrala bien amiga-

24:00

Aparece Alejandro Camacho en escena como primer… y Único actor y empieza una serie de gesticulaciones que sí daban miedo, ¡pero porque parecía que le iba a dar epilepsia y no íbamos a saber la diferencia entre si era ataque o actuación!


24:10

Se sigue hablando y como cada terrorífica cosa que decía, según él, iba a ser más de miedo que la pasada, me empezó a entrar el sueño (ya saben mi famosa visita del perro, jaja!). Llevábamos 10 min. de oírlo y lo MÁS terrorífico que tanto nos prometía el personaje de Alejandro Camacho con frases como: “Lo peor que oí fue lo que dijo a continuación…” y “ eso no es nada a comparación de lo que me dijo después”, nunca llegó.
El supuesto amigo relatado en su monólogo solo le pedía que cerrara la loza de la tumba… perdón: deeee laaaa tumbaaaa.


Caput. Finito. That’s it, solamente eso: -echa la loza- perdón,: - eeeeeeecha laaaaa loooooozaaaaa-
No hubo intestinos salidos, o -vimos al diablo-, -salió drácula-, -se lo chupó la bruja-, -chingó a su madre-; NO. No hubo nada de eso, solo hubo un: - “echa la loza” – perdón: - eeeecha laaaa looozaaaaaa-

En este punto me dio miedo, pero porque temí que La Gaby se fuera a enojar conmigo porque estaba por rendirme ante el sueño profundo que pesaba en mis párpados y ella había pagado mis 300 pesos del boleto; intenté disimular recargando mi cabeza en una mano; caí muerta… Zzzz …. Zzzzz …. Zzzz

24:25

Para este punto tenía la cabeza colgando cuál péndulo de reloj suizo cuando me despertó el silencio absoluto y lo que parecían ser unos primeros aplausos del público. Medio me despabilé, me incorporé bien en el asiento, (porque ya estaba cuasi acostada) y aplaudí… digo, por cortesía porque La Neta, estuvo malísima jajajajajaja
Todo esto me dejó pensando que la mayoría de veces cuando estoy nerviosa me río, y no es precisamente bueno cuando se está en Comité de Dirección de Finanzas (¡oh! Tzzzz ¡que poco sentido del humor tienen los hombres de negocios últimamente!)

Apuesto a que muchos estarán de acuerdo conmigo en que hay cosas mucho más terroríficas, fúnidas y funestas que: -echa la loza- perdón: - eeeeechaaaaaa laaaaa loooozaaaaa- …

En cambio si el público de Alejandro Camacho estuviera viviendo mi vida, ya se hubiera echo pipi del miedo. Por eso tengo 12 palabras para Alejandro Camacho: Te voy a enseñar lo que es TERROR… perdón,: -TEEEERRRRROOOOOR DE VERDAD-. Cállate y escucha:

• Que tu mamá se ponga a contar la historia de cuando te caíste esquiando, que te tuvieron que llevar en camilla al hospital y sacar radiografías y lo único que el gringo Dr. Smith pudo decir es que tenías en la radiografía se veía que tenías un pedo atorado… jajajajajajaja (no fue mi mamá, pero a mi me daría mucho miedo que contaran esa historia de mí)
• Los terroríficos lunes en la mañana
• Ver tu agenda hasta el tope de reuniones desde las 9 hasta las 6 de la tarde,… ¿a qué chingada hora vas “empezar” a trabajar?
• Que se chupen los labios antes de saludarte con un beso Bien Puesto en el cachete…. (¡¡¡ajjjjjjjj!!!)
• Ver el último cuadrito del papel del baño
• La inseminación artificial, ¿qué pasó con la práctica hace al maestro?... esas cosas son del diablo… jajaja
• Ver una revista donde a todas las personas les rayaron de negro los ojos
• Conocer al individuo que le rayó los ojos a las personas de las revistas,… ¡que miedo! es un rarito,… ¡seguro es esquizofrénico!
• Ver el alcoholímetro a lo lejos y no poder echarte de reversa
• Saber que el dinero que vas a tener que gastar es de tu bolsa y no de la de tu cliente
• Contar los chocolates que te comes
• Las remodelaciones del Torito que están ansiosos de hacernos conocer
• Cambiarle el pañal a un niño
• Ver el boucher de tu borrachera el día después de la peda de tu vida
• Que te falten por vender 3,000 teléfonos para llegar a tu número estimado el día 30 del mes
• Sorpresivamente pisar las meadas de Tinker y Flaca
• Cumplir 30
• Que te cobren 300 pesos por ver a Alejandro Camacho sufrir un ataque epiléptico
• Que el presupuesto comprometido del próximo año sea del doble que el del presente
• Que te detenga el alcoholímetro cuando no es quincena, ¿o en quincena?... ya no se que es peor ¿? ¡!…
• Que tu cliente entre a bancarrota
• La mareada que te das cuando te subes al micro para llegar al desierto de los leones
• Subir de peso dos tallas
• El segundo piso del periférico… y en este mismo rubro: la pista de hielo de Ebrad, el árbol navideño de galerías Coapa y los canales de Xochimilco… (un día vi un gato muerto allí flotando ¡!)
• Mi cuarto cuando no sé que ponerme
• Cuando tu mamá se pone a contar por enésima vez una historia, la que sea, no importa… ¡es la enésima vez que la escuchas! (hahahaha no te creas mamá, me encanta oírte!)
• Los funerales
• Ver como la Sra. de la limpieza pasa ese trapo relamido gris y con pelos por encima de tu lugar de trabajo según ella “limpiando”
• Tener diarrea y no estar cerca de un baño.
• Comenzar a pensar ¿qué harías? cuando tienes diarrea y no alcanzas a llegar al baño… eso ya es más bien tristísimo, jajajajajajaja
• Tu estado de cuenta después de tu cumpleaños y en los meses por venir, porque te pareció buena idea comprar a meses sin intereses…
• Estornudar cuando estas comiéndote un mazapán
• Ver en la cocina de tu suegra un calamar gigante metido en una jarra de tupperware todo apachurrado, morado y como gelatinoso solamente para mas tarde oír que ESO es lo que va a haber de cenar
• La cara de Alejandro Camacho cuando te acaba de cachar doblándote a carcajada limpia del ROBO que es su obra... jajajajajaja

Bueno,… ¡hasta que te jalen los pies en la noche da más miedo que esa obra! ….

Lo siento por él, porque a partir de hoy y para adelante ¡me reiré hasta el final!
Aunque me haya costado $300.- … y cito al buen Rodrigo: "al menos hubiera dado un zapatazo al final para asustar a la gente !¡" jajajaja

XOXO
BICDH
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