jueves, 11 de marzo de 2010

Ligue en la calle es un detalle

Neto, neto… uno de esos días que estaba yo tratando de conseguir hacer millones de cosas en el día, intercalando el trabajo de 8 a 5 en santa fe; clase de idioma de 6:30 a 7:30 a la altura de barrando del muerto; misa de 8 en Polanco y visita al nuevo departamento de mi amiga en minas; intentaba entre 8:30 y 10 visitar al menos 5 diferentes lugares de donde obtuviera ingredientes mágicos para curar mis heridas del corazón corriendo por las calles tratando de sortear el tráfico y la falta de estacionamiento de la cuidad.

Todavía en Aldara alcance a ver mientras me estacionaba como se clavaban en mí un par de ojos negros y dejando a mi hermoso corcel mal-estacionado sobre la calle, (que al acabo sería rápido… mmm ahora que lo pienso: mal hecho; porque como señora en camioneta estacionada en doble fila a la salida de la escuela de los niños solamente entorpecen el tráfico…en fin), me fui caminando a mi destino pasando por en frente del personaje de los ojos profundos, me saludo y regresé el saludo… cordial

Cuando me percaté que mi destino estaba cerrado ya por la tardía hora, di media vuelta instantáneo y venía de regreso hacia a mí el chico que amablemente saludó y volvió a intentar hacerlo cuándo cayó en cuenta de que le vi con semblante de susto aún así se animó y me dijo:

- Hola, es que te conozco – a lo que yo respondí – No- y seguí caminando apurando el paso porque me empezó a entrar el miedito de la cuidad de México. Insistió:
- Si de verdad, eres una compañera mía del Cuidad de México-
- No de verdad no soy, me acordaría.. soy buena para las caras – y reafirmándole dije: -no me conoces-
- Pero bueno, es que quisiera conocerte (ya para esto estábamos una cuadra más allá de dónde comenzó la conversación)
- Es que- dudé - …es que no … No
Y el rellenó la frase: - no es la forma, lo entiendo; conocer a alguien en la calle así, en esta ciudad, ya no se sabe… pero igual, cómo puedo demostrarte
Empecé a reír, el sonrió ampliamente pensó que me agradaba la situación sin embargo lo que él no sabe es que yo me rompo a carcajadas cuando estoy nerviosa, cuando estoy llorando y cuando tengo miedo;
- ¡Ya ves! Ya te hice reír y es muy difícil hacer reír a las personas, considéralo-
- ¡No¡ ¿cómo crees?, no es eso; lo que pasa es que estoy nerviosa- seguía caminando.
- Bueno- contestó él – dame tu teléfono, ¿por favor? , tu correo al menos; es que estas súper linda, mírate y quiero conocerte, neta
- No de verdad, no es lo mío esto del flirteo casual con desconocidos… ¿tienes caralibro?- terminé la frase
- ¡Sí!, ¡Va! Mi nombre es Juan Pablo Men$#%h)/”, me puedes buscar y así puedes ver quien soy, qué hago, hobbies…
- (seguro se notó que su apellido me dejó con cara de what por que me pidió que se lo repitiera)

Repetí el apellido correctamente porque aunque una de mis grandes habilidades en la vida es hablar más de 120 palabras por minuto, el spelling b siempre se me dio como campeona… ¿se acuerdan del spelling b? eso que te ponían a deletrear todo lo que encontraban y hasta competencia hacían de eso ¡? mmm Hoy que lo veo es como,… como un poco sin sentido, pero supongo que de pequeños no tenemos más que aguantarnos las tonterías que nos ponen a hacer en la escuela…

¿Dónde estaba?, ya me perdí… ¡ah! ¡Sí!

Una vez con el nombre y apellido del desconocido, valga la redundancia, me hice de pasos definitivos para la camioneta y nos despedimos de lejos mientras me subía dudando si lo volvería a ver…

Ya en camino a mi último destino del día, el tráfico a no más de 3 cuadras del lugar de los hechos hizo de las suyas y me ví atascada en una fila interminable de semáforos por lo que tomé´ la BB y lo busqué; primero el nombre tal cual habíamos quedado y nada; luego solo el nombre, nada…. Luego sólo el apellido, nada... luego casi puse el nombre del Tío Gamboín y ¡nada! … total

En verdad lo busqué ¡lo juro!, pero no lo encontré…
De todas formas quiero que quede claro: ligue en la calle es un detalle, porque ese día me animé mucho; porque es una historia más a las curiosidades que me pasan y sobre todo porque por un momento ese día, que pintaba para terminar mal, por un momento dejé de llorar…

Para todos aquellos hombres que se atreven a realizar ese tipo de abordajes y proezas sin importarles el que no están referenciados, traen copias de su CV para repartir o su cartilla de vacunación como carta de presentación les dedico este escrito y les digo: “¡No dejen de atreverse a hablar con nosotras! con su justa medida de entendimiento, hablarnos es un acto de valentía digna de un caballero”

Y si tú… si eres quien me encontré; ojala te vuelva a ver para tomarnos un café….

PD ¿Qué piensan del spelling b? ¿A poco no era una chorrada? ¿De algo les ha servido? Neto, neto…

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