lunes, 5 de abril de 2010

El siguiente paso: La caja de Pandora

Todavía me acuerdo bien como iba ese cuento, lo escuché / leí por primera vez en mi colección de “Cuenta Cuentos”… eran ediciones de libros y cassettes que vendían en los puestos de revistas, uno cada quince días o por ahí… y además de fomentarme el hábito por la lectura y ayudar a mi dicción y pronunciación, me dejó el mejor de los recuerdos que tengo de la infancia; no había más que poner el cassette y sentarme a leer el cuento mientras la grabación me lo contaba con cambio de voces, entonación y ¡hasta música!, y con esto el mundo fuera el lugar más feliz de la tierra.

En fin, ¿en qué estábamos? ¡Ah si! el cuento, básicamente se trata del dilema de abrir o no una caja que prometía deseos cumplidos, sueños realizados y esperanza… pero también era portadora de todos los males del mundo, capaces de contaminarnos son sus desgracias… así, escondida la caja en la ranura de un árbol viejo en lo profundo del bosque, Pandora, una mujer capaz de seducir y manipular a cualquiera, intentaba haciendo uso de sucias tretas convencer a todo aquel que pasara por el lugar para que abrieran la caja.

Váyase a ser, que un día, logra convencer a los que seguramente eran un par de hombres muy ambiciosos y faltos de autoestima; quienes por no creer en la palabra de su compañero, quienes por no comunicarse y quienes por querer las cosas fáciles; abrieron la caja y desataron con ello la pobreza, la locura y los vicios…

El cuento continúa y una vez que Pandora les ve completamente desesperados les habla de la Esperanza y les consuela… al final, con un par de trampas, logran guardar los contenidos de la caja una vez más en el cofre y con ello encierran a Pandora y a la esperanza de nuevo… un poco como el genio de la lámpara…

Y así, exactamente igual sentí cuando tuve a bien creer que tenía la fortaleza para abrir mi propia caja de Pandora; la caja donde guardaba todos los recuerdos de él… todas las fotos, las servilletas, souvenirs, cartas, tarjetas de presentación, papeles, corchos chingade&/%$ que uno va coleccionando a lo largo de una relación y que acumulas sin saber, o más bien sin querer creer, que cuando la relación se acabe, lo único que harán esas cosas es herirte y desencadenar los males del mundo…

Cuando empecé a deshacerme de todas las chucherías, no pude más que pensar en la caja de Pandora; el problema es que solo salió un pequeña, casi minúscula, cantidad de esperanza si no por decir que no salió casi nada… No pude más que sentirme morir… sentir que vivía todo una y otra vez… y para lo adolorido que está mi corazón simplemente hería la llaga con más sal… la daga que da vueltas… el amor que se fue, te dejó, confundido por cabezonería y ego

¿Y todo por qué?... porque Pandora convenció a dos personas quienes por no creer en la palabra de su compañero, quienes por no comunicarse y quienes por querer las cosas fáciles abrieron la caja y desataron con ello la ruptura, la depresión y los vicios…

No pude más… tuve que parar… Llevó dos meses en la tarea mala vareando la situación de que cuando crees que has terminado, aparece otro recuerdo más, otro detalle…
Mi vida esta minada de este tipo de objetos punzo cortantes que insisten en aparecer… y aunque a veces, solo a veces, la esperanza me asalta… no se porque, pero me muero de ganas de pedirle a Pandora que se meta sus cosas por donde le quepan y que se guarde en ese árbol viejo y hueco para que alguien más… alguien más, encuentre la caja y sus recuerdos y caiga en su juego de indecisión…

La pregunta es: ¿con suerte seré yo?....

Cuántas mujeres no guardamos la caja de Pandora ¿? ¿¡Cuántas!? Y está bien, son lindos recuerdos, son cachos del amor que le profesamos a nuestras parejas… sólo aconsejo que estemos concientes del peligro que pueden representar… el tip es: Guarda todo en un mismo cajón, de manera que si por mala fortuna llega a terminar la relación solo tires ese cajón y no tengas que hacer frente a millones de recuerdos físicos de su cariño regados por tu cuarto.

Aún sin recuerdos físicos te quedan los fantasmas de la mente… eso ya es otro boleto… ¿cómo demonios me deshago de ellos?...

1000 8000

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