lunes, 7 de junio de 2010

Familia Farías - Campos

Cada vez que oigo “Camelia la Tejana”, pueden ser las tres o cuatro de la mañana, no me importa, tomo el teléfono, marco a mi mamá: -mamá, oye ¡! Es Camelia la Tejana ¡!- la dejo un rato en el teléfono y bailo otro tanto para que alcance a escuchar un cacho del “corrido”… mientras tanto, me es inevitable imaginar la casa de los bisabuelos en una de las típicas calles de “New Pinky” (porque así le decimos mi hermana y yo) y parada sobre ese portón mirando hacia el frente veo salir mujeres vestidas de “Adelitas” y revolucionarios que entran empujando dos puertas tipo cantina… (atención que dije “imaginar”, no digo que así haya sido….)

Y es que como nuestro tío Clodomiro siempre me decía: puedes encontrar un “neo-rositense” en cualquier parte del mundo, salen como escondidos por debajo de las piedras. Desde los arrozales de Vietnam hasta “el cortés” de Baja California y es que nada más falta ver como el mundo completo se conmocionó cuando el suceso de “Pasta de Conchos”… no solamente estamos en todas partes, es que “Nos Damos a Querer en todas Partes”.

Gracias a mis padres tuve la oportunidad de pasar un verano estudiando en Inglaterra, yo hablaba de mi familia todo el tiempo, en una ocasión me acuerdo que las personas que me recibieron allí me enseñaron un atlas, y me preguntaron: - ¿de dónde es tu familia? – yo me quede pensado: - ¡Jijo de su pelona!, en un atlas no creo que les vaya yo a poder enseñar… - Y que resulta que nada más ubique México y menos de .25 microsegundos estaba yo apuntando el dedo a la región carbonífera y junto con ello indiqué donde estaba La Nueva Rosita.

-¡Está en el mapa mamá! ¡Nueva Rosita esta en el mapa!- y Doña Chabelita que cuando le contaron casi me mata, decía: - ¡Pues claro que está en el mapa hijita, si somos ciudad!...

El otro día, me invitaron a comer, habían unos cuantos comensales que si conocía pero otros que no. Cuando me senté a la mesa, empezó el razonamiento de que había mucha gente del interior de la República; uno comenzó a preguntarle a cada quien de donde eran oriundos y cuando llegó a mi me preguntó:

-¿De dónde eres tú? … me quede callada pensando y al final, con la intención de ser fiel a los hechos dije: “-pues, de aquí-”
A lo que el chavo me respondió: - ¿por qué lo dudas? –
Mi amiga, que me conoce bien, se dirigió a él: -Es que ella es de aquí pero su familia es del norte; -¡ah si!, ¿de dónde?-
-de Coahuila- respondí e ipso facto me preguntó: - ¿De Nueva Rosita?... a lo que yo con un poco de sorpresa y un chi… de orgullo respondí: -¡Sí! ¿Cómo sabes?...

Ya no me acuerdo que respondió, porque me fui pensando: “en cualquier lugar del mundo te puedes encontrar un neo rositense osease que da igual como sabe, ¡somos famosos! Y lo más importante de todo: La tierra de mis padres es la mía, a tal grado que dudo al responder cuando me preguntan de dónde soy.

Iban para Texas pero, con el simple hecho, de que el bisabuelo fue capaz de arrastrar las casas de la boca de la Rosita vieja hacia La Nueva Rosita en un carro de mulas, estoy segura que estamos en la historia…

Con esto quiero llegar al punto de que de aquí somos, somos de esta tierra, somos de toda esta región, de aquí salimos, de aquí salimos todos los reunidos hoy, los que faltaron y los que faltan por venir… de aquí somos y de aquí es nuestra historia.

Algunas madrugadas que mi mamá viene a visitar a mi abuela, me levanto con ella a las 4 de la mañana, arrastro mis 26 años a su cama, me meto y espero a que se arregle. Luego cuando está lista y le sobra tiempo, se mete conmigo a la cama a contarme historias de la familia, de la gente querida, los allegados es decir: de todo el pueblo y los pueblos vecinos, y los vecinos de los vecinos…

Esos momentos en brazos de mi madre, me siento como de 5 años pero con la bendición de tener el raciocinio de mi edad para poder guardar en mi memoria las historias que le contaré a mis hijos seguramente con unas cuantas lágrimas en los ojos.

Cuando el resto del mundo duerme la noche negra, y estoy sentada allí me siento la persona más feliz del mundo, más segura; nada me puede pasar cuando estoy abrazada de los recuerdos de nuestra familia, vamos que el pentágono y su “top security” se quedan pen#$%s.

En esas madrugadas he aprendido lo siguiente:

Aprendí que los vivos de mí pasado crearon su historia orgullosa de: enseñanzas y profesorados… dibujaron en el lienzo de la vida una familia, de humildad, de amabilidad y de gran señorío con esto dieron lugar a LA fórmula de equilibrio perfecto, fórmula que cuanto más conozco, más admiro.

Aprendí que, mientras me relatan anécdotas de todas variedades, la gente y las acciones que cohabitaron nuestro pasado van apareciendo como hologramas en mi mente, en mis recuerdos, pero la verdad es que siempre han estado allí.
Estos hologramas, me dejan pensando cuánto conocemos del ayer… me deja meditando cuánto heredamos y cuánto podemos modelar como arcilla a nuestro gusto… me deja reflexionando si puedo aprender de los errores de mis antepasados o tendré que escarmentar en mis propios zapatos… me deja llorando por no haber conocido a fondo y de corazón a los vivos de mi pasado.

Aprendí de las Blancas Rosas que caminaban con puntualidad a la parada del camión para ir a la normal; de las Chabelas y las tías Yitas que conducían con responsabilidad a sus hijas como todas unas damas y del Bisabuelo que si se decidía, el pueblo entero al usurero le debía.
Aprendí del bisabuelo que recibía a Paloma, la loca del pueblo, en la mesa de su casa para que la retahíla de hijos que le seguían comiera al menos, acompañados de sus nietos, un poco de sandía.

Estas valientes personas que nuestras cabezas conocen cada vez más, son los vivos de nuestro pasado, son los que unieron las piezas del rompecabezas de nuestras vidas y quienes me y nos enseñaron a cuidar, a perdonar, a mirar, a cantar, a trabajar, a respirar y por encima de todas las montañas de nuestras vidas nos enseñaron a amar…

Nos enseñaron a amar con el ejemplo de su sacrifico y su disciplina infundida en las ganas de sacar una familia adelante, de hacernos felices, de demostrarnos su cariño. Los vivos de nuestro pasado están muy lejos de estar muertos, son la sangre y el oxígeno de nuestra toma de decisiones, son quienes, para mí, están más vivos que muertos.

Aprendí que como familia, tenemos que estar conscientes de que muy probablemente vendrán personas que nos quieran lastimar… empero, vendrán más, mil, ocho mil más, historias de nuestra familia, de nuestros muertos vivientes, quienes nos animarán no sólo a pasar la jornada, si no a convertirlo con algarabía en el mejor de nuestros días.

Y si con la familia se quiere meter, como dice mi mamá: -vieja bomba- el resto lo agrego yo, no me venga a molestar que de la furia de los Farías-Campos ¡se arrepentirá!

Así, con el objetivo de continuar con la tradición de tener una familia como la Farías- Campos , no aseguro el matriarcado ni el patriarcado, aseguro la mesa llena de comida y una historia unida hasta el fin de los días…con esto busco ser: una más de los vivos de un pasado Bien recordado.

Señores, tendría un billón de billón de cosas que decir; como los cálidos veranos a la sombra del árbol de casa de mi abuela y lo feliz que me hacía bañarme en la pila ¡!....
Pensar en la Alaska como el lugar más feliz del mundo… o cuando me recibía Don Pancho en la frutería de la esquina… el abrazo de mi abuela que olía a refresco (es decir, repostería recién horneada no es que oliera a soda)… o el reloj de la cocina de casa de mi abuela que a mí nunca me ha servido de nada porque en Nueva Rosita de detiene el tiempo…

En fin, solo me queda decirles que: tengo un deseo,

A todos los Farías-Campos, les deseo que en el linaje propio, como una versión mejorada de nosotros, siempre encuentren la ascendencia que nos ha dado la trascendencia…

La trascendencia es la huella de nosotros en el mundo, lo propio, lo que recordarán con cariño las generaciones por venir. Que ustedes y los suyos con el trabajo que les atañe dejen marca en los libros y en las ciudades…

Por quienes ya no están, porque aún les extrañamos…

2 comentarios:

  1. Ay Jimena, ahora si me hiciste llorar, es un gusto y una bendeción para mi y mis pequeñas, conoceralgunas de las historias que forman parte de tu familia, pero sobre todo es un gusto poder hacer las alegrias más y las penas menos al poderlas compartir con ustedes y sobre to con tu mamá que tu sabes admiramos y queremos más. Un beso enorme.

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  2. Estos son algunos de los comentarios que me han llegado, se los comparto porque valen toda la pena:

    Gracias Prima, por escribir y describir lo somos los Farias -Campos, y es cierto, hay un neorositense hasta en la punta del Evereste (Ricardo Torres-Nava)

    besos muchos
    Mily

    Jimena!!!

    Hasta el día de hoy, no tenía idea de Nueva Rosita...

    Nueva Rosita
    Ciudad localizada en el estado mexicano de Coahuila, al noreste de México.
    Fuente: WIKIPEDIA

    Yo agregaría: y tierra de la Dr. Corazón...
    Arturo Carranza

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