jueves, 6 de mayo de 2010

Pasitas con Chocolate

Las ricas pasitas con chocolate, puedo asegurar surgieron de un garrafal error de un chocolatero, tipo las post it, porque para hacer todo el proceso de cubrir tan pequeña uva seca con chocolate y luego además hacerla brillar al final, para ir a nuestras bocas y deleitarnos con su saber dulce pero acidito, ¡seguro alguien la cagó!

Para hacer las pasitas con chocolate se debe seguir el siguiente procedimiento y esto en una fábrica, ¡imagínense en su casa!; se necesita obviamente pasas secas, azúcar glass, chocolate con leche derretido a baño maría y líquido, carnauva para brillarlas al final, un recipiente que gire constantemente sobre un ángulo entre 90° - 135° de inclinación para contenerlas y con todo esto tienes que hacer que se pegue el chocolate y sobreviva la pobra uva.

Por eso digo, seguro que alguien la cagó porque: ¿quién se va a poner a hacer eso? ¿Ya neta?... algún virrey se iba a comer unas fresas con chocolate y el cocinero que, con la borrachera que traía del nervio, como que no distinguió la diferencia entre las fresas, las uvas, las zarzamoras y casi que ni de las zanahorias tampoco.

Recuerdo las pasitas con chocolate de Ricolino, que ya casi no veo por allí en los puestos; ¿o será que ya trabajando en una oficina ya no voy a la cooperativa de la escuela o a la tiendita de mis veranos o a la “kfe” de la universidad…

También están las Raisinets que dan en los cines en Estados Unidos y que la verdad siempre me quedan cortas, porque entre el empaque que es una caja de lo más impráctica y el sabor pues hay dos, dos…

Mis favoritas son las de la Suiza, que las venden en la plaza de toros y que como dice el buen Fabián refiriéndose a sus pistaches: - Podría morir enterrado en pistaches - ; en mi caso aplican las pasitas con chocolate.

Están las más nuevas como las Mckinsey, o una cosa así, que son las que en mi época nadie conocía y que se las enjaretaban a los niños (a mí incluida) junto con unas 4 ó 5 cajas de chocolates con arroz inflado para que las vendieran. Lo más probable es que se las vendieran a sus papás; la idea era que se juntara el dinero para la posada, el viaje al zoológico de Chapultepec o al camp en Valle de Bravo.
Fíjense que yo por mi parte si las vendía, porque mi papá decía:

-¿Cuánto vale cada chocolate?, ¿Cuántas trae la caja?-
- Pues, $5 pesos - (creo que para el final de la secundaria ya estaban a $10.- porque eso de la inflación nunca nos ha soltado)
- Te los compro todos-

Y mi mamá que oía la conversación intervenía sin reparo, en mi ya solucionada vida:

- ¡NO!, deja que los venda todos; que se pare en la puerta de la cerrada y los venda a los coches que van entrando-

Y en efecto, allí me tenían en las escaleras de la caseta de policía para vender los chocolates y las pasitas ¡a quien se dejará!...

Por estas experiencias, mis papas no me pueden reprochar que salí como árbol medio torcido…
Porque estando allí me ponía a platicar con el oficial y comías tortillas calentadas en su comal eléctrico. Y dentro de las muchas cosas que me enseñó, me enseñó a hacer “cubre-focos” con latas de Sprite, a las que con un pica-hielos con la técnica del puntillismo por todas las orillas de los dibujos le hacíamos agujeritos y en la noche se veía como si hubiera millones de estrellas en la caseta de policía…. nos quedábamos como atónitos todo, gracias a una lata de Srpite Light.

El otro día soñé con él. Es la primera vez que sueño con él pero que voy acompañada de alguien más. Por alguna razón lógica, coincidíamos en una reunión, la gente iba llegando a la casa que era el punto de encuentro y tenían que pasar por una caseta como la de mi infancia.

Iba acompañado de su mejor amigo y cuando estábamos por sentarnos a ver, lo que me imagino sería un partido de football, comenzaba a reprocharme que porque iba con alguien más y su ch(/&%a madre…

Yo tenía unas pasitas con chocolate en las manos, mismas que me estaba comiendo, empezaba a defenderme, y me entraba tal desesperación que buscaba algo que aventarle a la cara teniendo sólo mis pasitas con chocolate; apretando la mandíbula con coraje le iba a aventar una con todas mis fuerzas……

…. Y cuando estaba por aventarle la pasita con chocolate (uuuuuuu ¡que mala soy! I´m eeeevil ¡súper ruda!), parece que mi cerebro como que dice: -¡No inventes!, ¡no hay porque desperdiciar las pasitas!-

Aventé la pasita pero en lugar de hacer una parábola normal se fue hacia arriba en línea vertical , como si la hubiera aventado a manera de gracia de mono de circo para atraparla con la boca… Sí, lamentablemente así fue… y todo el coraje guardado de sus groserías se me quedo quien sabe dónde, porque ¡ni con una pasita le puedo pegar!

Con esto solo quiero pedirle al mundo una favor: “¿se podría que en lo sueños las pasitas con chocolate estén hechas de piedras filosas, con espinas de rosal, envueltas en ácido desoxiribonucleico, para que el subconsciente no me traicione y por lo menos le alcance a pegar?... así como la cagaron al hacerlas, Así I g u a a a l i t o

¿Tantito?, ¿nomás tantito?... ¿sí?

……

Por qué ni si quiera con una pasita con chocolate te puedo pegar… XOXO

3 comentarios:

  1. Super bueno el blog de hoy, de seguro un error del repostero del palacio!

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  2. Yo sólo quiero comentar que mi primito de 2 años las conoce como "tenme acá" porque algún día que le dijimos "dile a tu mamá que te dé tenme acá" su mamá para entretenerlo le dio pasitas con chocolate y ahora sólo dice "abuelita, ya no hay tenme acá!!" cuando corre por sus pasitas y ve el bote vacío.. ese que venden en el Costco.. jajaja

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  3. jajajaj ¡Me encanta es como ve a ver si ya puso la marrana!... el otro día me contaron que una vecina cochina deja su bolsa de basura escurriendo en el pasillo del edificio de mi amiga... Por lo que cada vez que saca la bolsa es como si pusiera ... ahora ya sabes que la marrana pone en la colonia Nápoles, para cuando nos hagan ir a ver si ya puso la marrana... jajaj

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