martes, 11 de mayo de 2010

Pierna rostizada 18 hrs. en el menú del restaurante

El otro día fui a cenar con Gaby y con Fabián. Primero, quedamos en la Iglesia para pasar a rezar un momento para luego irnos a uno de mis restaurantes favoritos, el Jasso. Cuando iba yo llegando al atrio de la Iglesia, Gaby ya estaba allí esperándonos; segundas llegué yo y para mi sorpresa me encontré una mujer parada de espaldas a mí vestida COMPLETAMENTE ¡igual que yo! …

No podía ser más mi mejor amiga, peeeero ¿por que teníamos que vestirnos igual el mismo día y además vernos? … creo seriamente que nuestras mentes están tanto más comunicadas que las del mismo Papa y Dios encarnado.

Peeero, que alguien me explique si estar conectadas es vestirnos igual ¡¿el mismo día?! ; En la cena se vio como si Fabián llevará a cenar a dos edecanes que se ligó en el evento previo…

Total, nos vino a la mente un día que fuimos Gaby y yo que una señora se nos acercó a decirnos la siguiente letanía, que me figuro ya tenía el discurso aprendido de memoria:

Señora: - disculpen, es que tengo a mi hijo aquí en la cruz roja y necesita una transfusión de sangre y estoy juntando dinero para poder ayudarlo-

Gaby saca un billete de 50 pesos de su cartera y se lo da, la señora se voltea conmigo esperando a que yo le dé algo también. Yo me pongo nerviosa y abro la cartera; para mi sorpresa normalmente ando sin un quinto de efectivo peeeeeero ese día traía muchos billetes (o sea muchos 3), saco uno de 200 pesos y se lo doy.

A Gaby se le salen los ojos de orbita y se voltea a ver a la señora esperando que le regrese los 50 que ella le dio. Peeeeeero la señora solo dice:

- Que Dios se los pague y se va-

Nos encaminamos como para sentarnos un momento en las bancas de la Iglesia y allí sentadas Gaby me murmura: - Amiga, ¿por qué le diste $200?- no sé si estaba esperando una respuesta como: - para que se cure su hijo, o hay que hacer el bien, o como trates a la gente de tratarán-. Peeero lo que en realidad le respondí fue:

- Es que no encontré otro billete ¡!-
- Ah! es decir, que solo traías billetes de 200- afirma Gaby
- No. Traía billetes de 20 y de 50 pero como me puse tan nerviosa ¡no los encontré!- a lo que nos soltamos a carcajadas discretas.

Pasó un momento más y dirigiéndome a Gaby le dije:

- No se que estaría peor, ¿si su hijo si estuviera en el hospital necesitando una transfusión de sangre? O ¡¿qué me haya choreado con ese cuento y yo le haya dado 200 pesos?!... nos reímos otra vez… -creo que lo peor es que el hijo estuviera enfermo-, concluimos.

Así que después de contarle a Fabián la historia, misma por la que casi nos da un coscorrón a cada una. Nos enfilamos al Jasso bajo las instrucciones de Fabián que lo había gogoleado antes de salir.

Es un lugar muy coqueto y con una muy buena cava de vinos por eso decidimos llevar a Fabián. En su momento el único desperfecto que tiene es un platillo en su excelsa carta de: pierna rostizada 18 hrs.
La cuestión es: ¿la ordenas a las 8:30 de la noche del miércoles y te la sirven el jueves a las 14:30 hrs? o ¿o mejor hablas el día anterior con 18 hrs. de anticipación de la hora que decidiste hacer tu reservación?

No se que estaría peor: ¿tener que decidirte un día antes qué vas a cenar el siguiente día y quitarle la espontaneidad de la sorpresa que son las cartas de un restaurante? O ¿estarte allí hasta la tarde del día siguiente con tal de probar la famosa pierna rostizada pero con el trasero hecho cagada de estar 18 hrs. sentada? … -creo que lo peor es estarse allí sentada hasta el otro día-

¿Qué demonios dirías en tu casa?
-Mamá, ahorita vengo voy a cenar pero regreso hasta mañana, porque voy a comer pierna rostizada 18 hrs.-

Mi mamá me diría: - si a ti lo que te van a rostizar es otra cosa, no des ni un paso más que te rostizo peeeeero ¡otra cosa!-

No siendo suficiente esta vez, había no SÓLO la pierna rostizada 18 hrs. ¡si no el pato también!. Yo creo que les ha tenido que ir muy bien con el tema de quedarse allí las 18 horas platicando porque ya hasta pusieron ¡ooootro platillo igual!

Un día me voy a atrever, voy a pedir la pierna o el pato rostizado 18 hrs. ¿a ver qué pasa?... ¿a ver qué digo en mi casa?, peeeeero sobretodo ¿a ver quién me lleva a la sala de emergencias del ABC por empacho agudo?...

No te preocupes Gaby, seguro que habrá alguna despistada que te dé 200 pesos para mi transfusión de sangre.

Porque reír no empobrece, al contrario nos regala más…
Es un intento por olvidarte, sonrío.

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